me invitas
al encuentro con el otro,
siempre hay otro,
y tengo miedo,
miedo al miedo.
me pides que escriba
nuestro final,
otro hermoso blues
precipitado.
trato de escuchar.
se aleja el silencio,
que cruza nuestras líneas
rojas como el calor,
cosidas al mismo destino.
resbala la noche
sobre la vía del tren,
al borde de nosotros,
tan lejos de mi.
y me pongo a ello.
Pongamos
comenzando
que mi ritmo
eran tus largas piernas.
pongamos que desde ellas
se olía mi desgracia también.
pongamos que yo te daba
al fin
ese verso en la boca.
pongamos que tú te perdías
dibujando la mía.
pongamos que ese fue el principio
del final.
después te alejabas
con tu falda blanco paloma.
como se aleja
blanca la luna al ahogarse
en el mar,
en el mar azul.
azul como la gaviota
que nos robaron
por siempre
a los dos.
pongamos que tú
nunca conociste el terror.
terror como el que,
pongamos,
sentiría mi vientre
ante nuestro adiós.
y entonces viene la trampa.
porque ahora
yo te escribo esto
y tú te mueres de amor.
© Pedro Letai
2011
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