Si ella me olvida
y deja de quererme
creeré que muero.
Luego, con el tiempo,
dejaré de quererla
yo también
un poco,
y buscaré otra tierra,
otra mujer.
Otra mujer,
siempre otra mujer.
Aparecerá con un hombre
a la espalda
tapándole los ojos
allí donde la espero.
Otro hombre,
siempre otro hombre.
Solo las muchachas de barrio
saben buscar el amor eterno,
ese que dura tres años.
Los años,
siempre los años.
Y si te busco a ti
en el pozo del mundo
y en los sueños,
no solo en el fuego,
nunca te encontraré,
porque de siempre
te creí invisible.
Invisible,
tú siempre tan invisible
en todas mis guerras.
Pero lo único invisible
es el silencio.
Invisible solo es
la música en el aire.
Así que no me cuentes tu vida
ni me escuches.
© Pedro Letai
2011
Buenísimo, Pedro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, Lidia. Un beso grande.
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