En el Puerto de Santa María
el hombre que buscaba el mar
cada mañana
vende su laúd
y encuentra a lo lejos
el humo de las fábricas.
En el Valle de Arán
el hombre que llegaba
hasta las estrellas
cada noche
empeña un telescopio,
mientras escucha el sonido del tren
de alta velocidad,
e intuye en lo antes hermoso
una cordillera mecánica.
En los campos de Machado
el hombre que detiene
la vida de un ciervo
ha pagado su fiesta
con monedas que son víboras,
con oro que es cicuta.
Y después ciervo con whisky,
fuego con naturaleza,
petróleo con sal
para el aprendiz de dictador,
cuando al postre
otros ojos encuentran
la nevera más vacía
y otras lágrimas lloran
la factura por pagar.
Y si escribo esto
en Madrid
es porque tú existes,
porque en Madrid
te conocí
y porque siento asco
donde antes una mariposa
nos pintó de corazones rojos.
Porque te besé bajo la lluvia,
porque siempre fue mejor
decir poesía
que decir policía,
porque el que no se calla
puede ser derrotado,
pero no puede ser vencido.
Y porque yo
no quiero olvidar.
Aunque a veces sea mejor
caminar por calles
llenas de olvido,
lejos de los de antes,
e ir muriendo de tu mano
muy despacio.
Aunque muramos
mientras
malditos
nos matan
la vida,
encendiendo luces envenenadas
en un silencio negro
que llena las paredes de disparos
cobrados
donde colgar medallas.
Aunque vivamos
en un oxígeno de sombras.
En un ruido sin lluvia.
Aunque nos quiten todo
y nos inviten al baile
del cáncer y las cenizas,
del odio y las mentiras,
no olvidemos nunca
las mariposas libres
que fuimos
gritando de amor
aquel mes de hace ahora
no tantos vividos.
No olvidemos nunca
las mariposas libres,
la emoción
de los versos
que juntos
siempre
podremos
seguir
inventando,
aunque otros duerman
soñando con cañones.
© Pedro Letai
2011
La Fuerza de lo que realmente es fuerte.
ResponderEliminarAbrazo :)
alucinante
ResponderEliminarLas mariposas libres que fuisteis, que sois y que somos todos, si nos ponemos de puntillas y alzamos la vista por encima de los coches, del ruido, de la gente con prisas; para mirar el cielo, los árboles, el sol, el agua, los gorriones...que también son un trocito de Madrid.
ResponderEliminarGracias, chicos... Se siente uno muy bien con vuestra compañía. Muchos besos y nos vemos pronto.
ResponderEliminarHiciste rodar lágrimas por mis mejillas, gracias Pedro desde Montevideo, Uruguay
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