10.1.11

Sotogrande y las cosas bonitas


Aquí, a la intemperie, como si fuéramos perros. Hay que ver” – me dijo el tipo que me había dado fuego, con los ojos inyectados en algo que me pareció que olía a White Label y una pinta muy poco fiable, pero conmovedora en algún punto.


Sí, ahora también nosotros somos yonkis, supongo. Pero bueno, nos hemos tomado un pescado de puta madre y aquí estamos, a trece grados y en enero. En Madrid deben de estar peor. Y mire al fondo, el mar”.


“Ya, bueno, yo estoy acostumbrado a lo del mar. Llevo aquí más de treinta años. Tú serías un bebé, imagino.”


No había nacido” – le sonreí.


Pues fíjate”.


Y un silencio prolongado. Calada tras calada. Salió una mujer, también borracha. Después volvió a entrar en la tasca y nos dejó de nuevo solos.


Sólo se puede fumar ya en casa, y en el coche. Y dale tiempo a lo del coche” - contraatacó mi nuevo amigo.


También en los manicomios. Quizá deberíamos pedir el ingreso voluntario y seríamos felices. Te hacen la comida, te dejan tranquilo y fumas lo que quieras” – bromee un tanto macabro.


Y su cara se ensombreció, sin perder el brillo etílico.


Yo ya estuve en uno de esos. Tafalla, 1982-1986”.


Eso está en Navarra” - templé.


Así es. Fíjate, han pasado ya más de veinte años”.


Me acabé el cigarro.


De todo hace ya veinte años. De todo lo bueno por lo menos” – el tipo me miró sorprendido. – “Ya sabe, Fleetwood Mac por ejemplo”.


No sé qué es Fleetwood Mac” – me respondió él – “pero suena bonito. No sabes lo bonito que era esto hace veinte años. Y lo bella que era mi mujer. Luego se fue con un inglés. Pero sí, tienes razón. Qué filósofo, niño. De casi todo lo bueno hace ya veinte años. ¿Quieres tomar una copa? Te la has ganado”.


No, muchas gracias” – reí. – “Me espera mi chica dentro. Creo que nos vamos ya”.


Vale maestro. Un placer. Nos volveremos a ver”.


“¿Usted cree?”


Desde luego. Quizá dentro de veinte años”.


Entonces me reí abiertamente.


“¿La quieres mucho? A tu chica, digo. Es muy guapa”.


Mucho. Es mucho más que guapa”.


Cuídala entonces”.


Claro. Un placer”.


La vi por el cristal mientras dejaba atrás a mi compañero de adicciones. Ella, que se había curtido poniendo copas en estas playas mientras todas sus amigas se casaban o iban a la Universidad, sonaba aún más bonito que Fleetwood Mac. Hacía ya casi veinte años de todo eso.


El próximo cigarro de su mano y paseando por la playa. No pensaba perderme un segundo de lo que me quedara a su lado. Ya estaba bien de tanto lastimarse de lo vivido, de tanto compañero de fatigas en el límite del sufrimiento, de tanto manicomio y de tantos ojos de whisky.


La vida era mucho más que todo eso. Y para mi de todo eso hacía ya casi veinte años. Suficiente.


La agarré fuerte y salimos de allí.

© Pedro Letai

2010

4 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=d4mvtUrG7YM

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  2. Sí, yo también me acordé... Feliz año compañero.

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  3. Era poco menos que inevitable, claro (y que da gusto hablar de Serrat con alguien de menos de 30 años). Feliz año.

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  4. Don't stop, thinking about tomorrow,
    Don't stop, it'll soon be here,
    It'll be, better than before,
    Yesterday's gone, yesterday's gone.

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