4.4.11

A ti que todos te llaman alcohol


A ti, a ti que todos te llaman alcohol te debo hace tiempo una copa que te debería romper en la cara.


A ti que tanta muerte y tanta lágrima siembras sin que nadie te eche la culpa. Y tanta a mi lado.


A ti que tanto te temo y que por eso te abandono y luego regreso y ahora te he dejado. A ti, lo sé, que me la tienes guardada para cuando menos me lo espere volver a darme el palo.


Tú, que me has hecho nocturno, mujeriego, impotente, pendenciero, golfo, faltón, guaja, vacilón, prepotente, violento, melancólico, llorón, insomne, perdedor.


Tú que me has vestido de mil personajes.


Tú que sin tener rostro siempre has estado invitado.


Tú que me has hecho tatuarme un tobillo, perder la cabeza, escribir de madrugada, olvidar por la mañana y pasar vergüenza en la resaca. Tú que me has regalado un mal cuerpo que pedía a gritos chupar banquillo.


A ti que ahora te disfrazas en los ojos de otros y me miras furioso y en sus bocas me detestas.


Tú que siempre apareces para arruinar mi fiesta.


A ti que ahora que te cierro mi puerta porque ya solo quiero hablar de amor no te basta y sigues siendo la excusa perfecta cuando vuelve a asomar el dolor.


A ti, tan poderoso y líquido como el miedo.


A ti, miedo al que todos los cobardes llamamos alcohol.

© Pedro Letai

2011


1 comentario:

  1. Puf, pedro. Bueno, me siento bastante identificada con algunas de las cosas que escribes, (y creo que casi todas las personas que conozco en algún momento también), aunque...algunos perdemos más lo papeles que otros.

    Yo he estado un tiempecillo sin beber fíjate, en todo este proceso mío de estar centrada. Pero ahora sin embargo he vuelto a brindar con cañas y me doy cuenta de que es fácil seguir cometiendo los mismos errores, aunque cambie la forma de cometerlos. Eso de que el alcohol te desinhibe pues tiene los dos frentes: para bien y para mal. Para mal: su función deja el cerebro límbico al descubierto, ¿qué es esto? pues nada más que dejar a flor de piel al animal que llevamos dentro. Seguimos guardando un raciocinio que nos permite seguir en pie, pero vaya, tampoco somos nosotros mismos al cien por cien (nos volvemos hasta un poco cretinos o esa es mi impresión en según qué circunstancias).

    En fin...lo bueno es tomarse unas cervecitas o incluso un par de copis algún día de guardar, pero yo también, creo que tanto alcohol sobra en muchas ocasiones.

    No sé si eso implicará que estaremos haciéndonos mayores :P

    Un beso, guapo.

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