14.8.11

Poema contra la trascendencia


A mis treinta podré escribir

del amor y del exilio.

De mi miedo al fuego

y a la soledad en la noche.


Podré escribir

que conocí un matrimonio

y mil divorcios.

Que renegué de las mayúsculas

impuestas por otros.

Que ya no creo

en lo que no entiendo,

ni en el más allá.


Que me desperté

cuando todos los pájaros

habían volado

de mis poemas.

Mucho más allá.


A mis treinta podré hablar

como hablan los que tienen treinta,

pero todo será igual.

Igual de ausente cuando por la tarde

escuche música

o paseemos por la orilla.

Igual de desnudo cada noche

en la memoria.

Igual de disfrazado al salir

cada mañana al día.


Podré escribir,

como escriben los que tienen treinta,

que nadie pudo con nuestra verdad.

Que cuando pides silencio

ofreces a cambio una mentira.

Que lo que no hayas soñado

nunca estará en tus espejos.


Así que serán importantes

mis treinta.


Pero a mis treinta,

igual que ahora,

necesitaré que te quedes conmigo.


Y que tu escalera

me enseñe la luna.

© Pedro Letai
2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario