5.10.11

Tras unos días lluviosos


Leyendo a Raymond Carver

junto a la autopista

me da la impresión

de que no he hecho

otra cosa

en los días de mi vida.

Es así, tan sencillo.


Me siento en el suelo

y escucho lo triste

que es

el silencio sin ti.

Y finjo por una vez

que es verdad

lo que es verdad.


Sigo las luces

de los coches,

que me alejan

de ti

tras unos días

lluviosos.

Y veo la luna

reflejada

en los perros perdidos.


No encuentro ya

aquel túnel,

que unía tu corazón

con mis ruidos

bajo algún lugar

muy frío

que nosotros

calentamos.


Todo lo que

alguna vez

ha ocurrido

ha ocurrido

ya para siempre,

pero aquel invierno

de tu mano

me parece ya

una casa abandonada

o un incendio antiguo.


Que me sigue quemando

bajo los paisajes

de hielo,

etcétera.

© Pedro Letai

2011

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho. Carver también, al menos el antiguo. Un abrazo.

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  2. Gracias, Eduardo. Carver siempre es buena compañía. Y tú también, por aquí por el blog. Abrazos.

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