30.8.11

Vivo en la esquina, junto al 27



A Benjamín Prado, que me enseñó que ser poeta es una forma de vivir.


Si me paseo descalzo

por la orilla

del Sardinero

veo a lo lejos

la cometa de Gerardo Diego,

anunciando la primavera

con su sonrisa alta y en punta.


Cuando viajo a por discos

de los Stones

ya no me espera

aquella preciosidad,

que me olvidó demasiado pronto,

pero en mi maleta

me llevo el ripio

que me escribió

el puro Guillén.

Cuando vayas a Londres,

no te atolondres.


Mi voz es el amor

que le deben mis versos

a Salinas

y mis dedos para tocarte

los pinta Dalí,

y te tocan

junto al páramo y al panal,

como le escribió Neruda

a Alberti.

Rafael, ángel de melena marinera

y sílabas azules.


Cuelgo mi chaqueta

junto a las varias de Aleixandre,

burgués de Nobel

con olor a desierto.

Desierto madrileño

es mi agosto sin Cernuda,

que cena en Méjico

entre Altolaguirres

a la brisa de Octavio

y de la Paz mentirosa

y triste.


Paz de todos ellos,

rota por un monstruo con pistola

que no dejó un verso

en cuatro décadas

pero nos quitó

los versos y las décadas

de una generación.

Y los romances

de voz cautiva

en los Prados de Emilio.


Vivo en el barrio

de todos ellos,

que son mi

alimento

y mi diario

de poeta

recién enamorado.


Vivo donde todos

los muchachos

deberíamos soñar,

esperando cada noche

a que nos digan

que Federico aún vive

donde quiere,

en la esquina

de nuestros delirios.

© Pedro Letai

2011

5 comentarios:

  1. Magistral, Pedro.

    Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  2. Completamente de acuerdo con Lidia.
    Otro

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias a las dos y, sobre todo, gracias por escribir aquí en el blog, que es donde se debería escribir y nadie lo hace... Me ha hecho una gran ilusión.
    El sentimiento es mutuo. A mi poema vosotras también le parecéis magistrales.
    Dos besos.

    ResponderEliminar
  4. Me gustan mucho tus poemas, Pedro. Ha sido una gran suerte encontrar tu blog. Enhorabuena y muchas gracias. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Gracias a ti, Eduardo. Un placer tenerte por aquí. Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar