
Con todo frío
salvo el corazón.
El humo
en la ventana
y las sombras al pasar,
llegando en taxis
ávidas por descansar,
trabajan mañana.
Cara a cara
todo es más fácil.
El que se la juega
pierde
y el que pierde
la paga.
Así es esta partida
que se presenta,
dura y cruel,
a filo de cuchillo
en tu deshecha madrugada.
La tentación y la traición
han bailado juntas
en el mismo salón,
entre caobas y mármol,
a la espera de una decisión
que acabe con las dudas,
las notas frías, las horas sin dormir,
los sueños en silencio
y los amores a deshora
que te hicieron sufrir.
Se sinceran en tu coche,
no te mereciste esto
de tener que elegir
cuál es el amor
que será mejor subir
a tu Volkswagen del 82
para escapar hasta nunca
y no mirar atrás.
Cuál de los dos
calentará mejor
tu radiador
cuando a miles
de kilómetros
llegue la curva
en la que lamentes
tu elección.
Llegó el momento
que tanto esperabas
y ahora no puedes
dar marcha atrás
en el fondo
de un callejón
que tú misma dibujaste
a golpe de locura, pasión,
averías y perdición.
© Pedro Letai
2006
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