26.8.10

Valladolid


Me lo tuve callado

por pudor

o por prudencia.

Desde que llegaste

estoy mejor,

por tus besos

y por ir a conciencia.


Habrá tiempo para cantar victoria,

no tenemos prisa.

Lo que germina lento es más fuerte

y tiene más vida.

Unas rabas, unos martinis

y después veremos

cómo pinta esta fiesta

y buscaremos la salida.


Yo también tengo

que abrir compuertas.

También temo que salga mal,

a pesar de lo que parezca.

No sólo eres tú

la que sufre mi inconsciencia.


No te puedo dar a elegir,

los detalles no se acuerdan.

Entre lo que te gusta de mi

y lo que te sobra

tendrás tú que decidir.

Tú sola, a tumba abierta.


También tengo mis zonas muertas

y miedo de echar a correr

a pesar de lo que tú creas.

No sólo eres tú

la que sufre mi indecencia.

Si hago trampas

y tú sabes demasiado

y mis malas compañías

y la droga para aguantar.

Los ajustes de cuentas

tan internos y profundos

que son sólo míos

y los ignora la gente

al pasar. Tanta gente.


Las perlitas de Valladolid

se acostaron tarde ayer.

Escribe una canción

para mi,

me decía a última hora

la reina de la decadencia.

No para

las que te hacen daño

y no merecen tu paciencia

ni tu prosa ni tu tristeza

de poesía en urgencias.


Creer que vuelas al fin

y caer, caer.

Otra vez la inconsciencia,

con el miedo en la esquina

de cualquier falda descontenta.

© Pedro Letai

2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario