
Tú me robaste el corazón
sin pegarme un tiro.
Yo andaba de vuelta
con un permiso falso,
dos billetes de dólar
y una pistola sin cargar.
Con tal de estar contigo
podía dormir al raso.
Venía ya desprevenido
de cualquier fracaso.
Tú me robaste el corazón
por un motivo
que aún busco en el buzón
donde sólo hay multas
y esta canción.
Todos dicen cosas
y me ponen contra la pared.
Pregúntale a tus amigos
por quiénes se hacían pasar
cuando pintábamos lunas de miel.
Al final huí despavorido,
nunca terminábamos bien…
Con guantes
y mucho cuidado,
como camisetas que lucen
arañazos de vidas lanzadas.
Nunca había sido feliz
ni lo había necesitado
pero cuando te subas
de nuevo a mi vida
será ya para siempre
y sin volver a llorar
sobre esta colección
de melancolías.
Tú me robaste el corazón
sin pegarme un tiro.
Tu boca siempre tenía
para un último giro
y cada curva era un botón
que no desabroché.
Ahora puedo
cruzar el río
como los desperados
bajo los cielos fríos
que huyen de la ruta
para no volver.
Pero tú te vienes conmigo…
Con guantes
y mucho cuidado,
como esas camisetas que lucen
arañazos de vidas lanzadas.
Nunca había sido feliz
ni lo había necesitado
pero cuando te subas
de nuevo a mi vida
será ya para siempre
y sin volver a llorar
sobre esta colección
de melancolías.
La luna está caliente
y mi cabeza no me deja dormir.
Ha sido una paliza
llegar hasta aquí.
Yo no quiero pasar de largo,
¿qué dices tú?
© Pedro Letai
2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario