14.12.10

Te puedo pedir


Un te puedo pedir

nos invitó

a todo cuanto compartimos

aquel absurdo día gris.

Y te pedí

en la despedida

que me dejaras

en la esquina

y que me llamaras

a tu vuelta,

algún día.

Tú no me pediste nada

pero yo te habría traído

lo que fuera.

La luna de agosto

en una cesta

o la primavera,

envuelta en el amanecer,

para ti.

Te pude pedir

la arena y el ahora,

la brisa y la inocencia

y la vida, la alcoba

para nuestra pena.

La alianza eterna,

la condena.

Te pude pedir

un cielo

que no huyera

del infierno

y te contemplara

sin ley ni peligro

en tus sueños.

Te puedo pedir

cada nuevo día

todo menos el alba,

porque te llevaste

su luz

en tu gesto

y tu mirada.

Te puedo pedir

cada nuevo día

aunque tú,

susurro en mi batalla,

nunca volverás

para pedir a gritos

que los vientos

te hagan mía.

Me puedes pedir

cuanto quieras,

lo podría conseguir.

Me puedes pedir

cuanto quieras,

pero yo sólo quiero

pedirte a ti.

© Pedro Letai

2010

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