2.12.10

Tónica y pasión

Anoche eras princesa

y yo te amé

por vez primera

porque así lo planeamos.

Y fuiste mujer de bandera

y bandeja de plata

con tus besos

de portal adolescente

y tu cuerpo, luz

al fin con ventanas abiertas

a ti y a mi.


Todos menos yo

habían vaticinado

el reventón del final,

justo antes de frenar.

Pero yo no lo vi venir

y te disfruté

abandonado a los rincones

a los que quiero huir

y al invierno sin alas,

brindando con tu auxilio

a mis temblores

e intuyendo que no,

que no tendríamos final feliz

si la traición no se rendía

a las estrellas

de tu Madrid.


Nos cruzamos

casi en la despedida

y aguantamos la mirada

hasta el final,

promesa de que era

la última ocasión

y de que acabaríamos

con esa última tónica

suavizando la pasión

del trago largo

que ya cerraba

nuestra historia

y todo aquello.


Y todo aquello de repente se perdió.


Desapareció y se fue llorando,

pintando de lágrimas

aquel vaso

de tónica y pasión,

nuestra mejor combinación.


Tras las máscaras

y los disfraces

que vistieron nuestra noche

sólo nos quedó

mirar de frente

a la verdad,

a la inmensidad

de tu distancia y mi estabilidad.


Será que,

como todos decían,

de tanto bebernos

algo hicimos mal.

© Pedro Letai

2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario