
Esta mañana
ha entrado un pájaro
por la ventana.
Una exhalación
de dos alas
directa al corazón,
los recuerdos
de pies fríos
y las verdades
que nunca nos dijimos.
Esta mañana
no era ayer
y ya no estabas.
Esta mañana
no era yo
y eran temblores.
Los de salir del agua,
los del niño sin defensa,
los de verte marchar.
Esta mañana
era la vida rota,
cotidiana, vacía.
Los atracos
en los bancos,
los parados
en los parques
y la tristeza
en las esquinas,
los saldos y los diarios.
Esta mañana
era una mierda,
llena de polvo,
madera y fotos
sin sol.
Cierra los ojos
y piénsalo.
Esta mañana era así,
porque esta mañana
no éramos tú y yo.
Y el resto da igual,
en la inmensidad
de una aterradora,
interminable, oscura
mañana.
Esta mañana.
© Pedro Letai
Para la mujer más bonita del mundo, 2010
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