3.10.10

Al principio un mes


Hace un tiempo que estás ahí,

ahora un mes

rozando en la noche

tus pies,

que son compás

sobre el aire

y abandonan tu cuerpo

y duermen conmigo

una noche cualquiera

en algún lugar,

mordiendo una resaca

que no duele ya

pero está ahí.

Que no es estética, ni suave,

sino histeria descalza e historia

de lo nuestro

y del pasado

y de todo lo de antes.


Y pienso que ya está bien

y que no quiero

que te duela nada,

ni que nos apuntemos,

ni siquiera que tengamos armas.

Que se acaben las guerras,

suficientes, cansadas.

Volvamos pronto

y hagamos el amor

sin obligar a los labios

a desear amanecer ausentes,

amantes del acecho,

testigos de malos momentos.


Tus párpados,

siempre abiertos.

Yo los veo

porque cuando llegan

estoy contigo

y estoy despierto.

Y tienen miedo,

porque vienen de la vida

y de las experiencias

y del combate.

Pero yo quiero que entiendan,

tranquilos, seguros,

mis abrazos cayendo a tu amor,

cerrando tus cicatrices,

inventando una vida

por delante.


Déjate hacer, al principio un mes.

Déjate ver a mi lado,

donde se esconde un viaje,

unos poemas,

unos gin tonics,

la Nacional IV.


Donde antes habitaban los bares,

las sábanas, los cuerpos fáciles,

el desgarro.


Donde ahora hay sitio para dos,

donde te puedes quedar.

Donde se te espera sin ascensor

en un cuarto.


Donde tu boca me tiene a mi

y a tus pies les dibujaré

cada mañana,

cuando los sienta fríos,

unos calientes zapatos.

© Pedro Letai

2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario